El cuadro de Pablo Guede fue ampliamente superior a su rival y se quedó merecidamente con el título. Además, será “Chile 3” en Copa Libertadores del próximo año.
Como expresión de lucha, el duelo final de la Copa Chile entre Colo-Colo y Everton, duró hasta los 25 minutos del primer tiempo. Hasta antes de eso, incluso los “Ruleteros” habían llegado con algo de riesgo a la portería de Paulo Garcés. Pero llegó el cabezazo de Octavio Rivero que encontró débil resistencia de Eduardo Lobos, para poner el 1-0 y acabar con las esperanzas de los de Viña del Mar.
De ahí en más, el “Cacique” demostró que era mucho más equipo y que la jerarquía individual de sus jugadores no iba a permitir sorpresas. De hecho, el de más jerarquía en el terreno de juego, Esteban Paredes, marcó un doblete en dos minutos (37′ y 39′) para sellar el partido. Colo-Colo se iba al descanso con un 3-0 en el marcador y tres cuartos de la copa en sus manos.
El complemento exhibió a un Everton muy bajo, que no estuvo a la altura de una final y un Colo-Colo que comenzó a dosificar. Ramón Fernández, de cabeza, convirtió a los 71′ el 4-0 y establecer una goleada que hizo justicia por todo lo que se vio en Ñuñoa.
Después de 20 años, Colo-Colo vuelve a ganar a la Copa Copa y se matriculó para la Copa Libertadores del próximo año.
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